El imán es un elemento común e importante, que se usa ampliamente en la vida diaria y en la producción industrial. En la vida diaria, los imanes se utilizan a menudo para fijar elementos, como sellos magnéticos de puertas y ventosas en las puertas de los refrigeradores, que pueden garantizar la frescura y seguridad de los alimentos. Además, los imanes también se utilizan como decoración en adornos de muebles y portafotos en paredes fotográficas, dando vida a la belleza y la comodidad. En la producción industrial, los imanes se utilizan más ampliamente. Los imanes se utilizan ampliamente en motores y generadores, y utilizan la fuerza magnética para lograr la conversión de energía y el movimiento mecánico. Además, los imanes también se utilizan en sensores y equipos de detección para obtener información y monitorear cambios ambientales al detectar cambios en el campo magnético. Por ejemplo, una brújula es un sensor que utiliza imanes para ayudar a las personas a orientarse.